Es aporía,
el conservar un vivir,
y no emprender.
Avanzar, construir una forma de vida, dejar cosas atrás... trabajar, amar, aprender, luchar. Sobrevivir. El mundo se cae en pedazos y vamos saltando de uno en uno. No sabemos qué hay al final de la caída; sin embargo, le tememos y no podemos hacer otra cosa que saltar.
Construir un futuro es salir de casa y matar poco a poco el pasado. Pero, cuando alguien amado muere, lo invoca. Revive partes olvidadas de ti, y duele. Su agonía es la tuya. La muerte es cruel por la irremediable falta de respuesta. El amor es una fuente inagotable de asuntos pendientes que la muerte dejará sin resolver.
Y dejar atrás...
Renunciar a recuerdos,
también es morir.
Si te aferras a un lugar no puedes construir nada; si lo dejas ir, algo muere dentro de ti. La idea de estabilidad -como vínculo con los otros- es una fantasía. Somos de paso, todos. No está de más aprender a despedirse.